Cristián Pérez Benitez (1937-2025)
Cristián, conocido por sus amigos como “Pericles” ingresó a la compañía el 8 de abril de 1954, proveniente de una larga tradición Quintina “Pérez”, desde su incorporación a la compañía se incorporó no solo al servicio, si no también a la oficialidad y los equipos de competencia donde destacó prontamente ganando los premios Matte, Davila y siendo parte del triunfo de la competencia JM Besoaín el año 1957. Se desempeñó como Ayudante, Ayudante General y Maquinista en su primera etapa de servicio. Luego Cristián desempeñó una destacada carrera profesional ausentándose del país viviendo en UK, USA y otros destinos que lo mantuvieron alejado fisicamente de la Quinta, lo que no mermó en nada su cariño y preocupación por los destinos de la Verde Arturo Prat. Luego en los 90´ regreso a Chile incorporándose de inmediato a la oficialidad como Consejero de Disciplina, luego Capitán y Director para luego pasar a ser elegido Vicesuperintendente por 8 años y Superintendente por 5 años. Al mando de la institución lideró complejos procesos de transformación y llevó al Cuerpo a lo mas alto en cuanto a gestión y proyección, siendo parte de los fundadores de la Organización de Bomberos Americanos (OBA). Luego regreso a Nataniel desempeñándose como Consejero de disciplina y también como maquinista de la fundadora, nuestra bomba América que tanto le apasionaba y dedicaba.

Preparación para la competencia José Miguel Besoain
Noviembre de 1961
Cristian Pérez Saltando el Muro – Lionel Ojeda – Joaquín Echeverría Ossa
Cancha del Country Club
Podemos escribir un libro con el aporte de Cristián tanto en los diversos ámbitos en los que se destacó, profesional, bomberil y personal, sin embargo lo que todos recordaremos es ese silencioso aporte a las verdes tradiciones, las mas profundas en las cuales nuestro querido Pérez destacó.
Miembro de la Tercera de Valparaiso, su granate que tanto quería también y que lo acercaba al puerto cada vez que podía.
Hoy con mucha tristeza te despedimos de nuestro cuartel, esperamos prontamente reencontrarnos, como a tí te gustaba o con un buen vaso de tinto un cola de mono bien helado en temporada, no podemos despedirte si recordar tu última andanza que fue el maravilloso regalo que nos efectuó a cada uno de los voluntarios en el 150 aniversario. En una cruzada sin precedentes envió a confeccionar un “Pololo” para cada voluntario y se los regaló personalmente, se preocupó con sus enviados especiales de que cada voluntario, en el rincón de la tierra donde estuviera recibiera esta muestra de tradición y cariño que sin duda recordaremos eternamente. Recuerdo eterno para ti Cristián hoy descanzando en Paz.