PREMIO DE COMPETENCIA “BENJAMÍN DÁVILA”

PREMIO DE COMPETENCIA “BENJAMÍN DÁVILA”

La siguiente información ha sido extraída desde la publicaciones de los boletines de “El Quintino Ilustrado”

El 28 de Abril de 1915 la Quinta acordó fijar las bases para la adjudicación de un premio a los voluntarios que triunfaran en un ejercicio de competencia interna. El premio se denominó “Dávila” en memoria del fundador don Benjamín Dávila Larraín, ya fallecido y que había sido el Director que durante más tiempo dirigió a la Quinta en el siglo XIX.

El premio consistió y consiste aún, en grabar los nombres de los integrantes de los equipos vencedores en un trofeo que donaron los hijos del fundador Dávila y en anotar este galardón en las respectivas hojas de servicio. El objetivo del premio Dávila fue mantener la preparación del personal en forma permanente ya que en esa época las Compañías no efectuaban regularmente Competencias Generales. Posteriormente, se modificaron las bases haciendo competir equipos de activos contra honorarios.

En 1915, con gran entusiasmo, se disputó por primera vez el Premio Dávila y los voluntarios Jorge Gaete, Raúl Sotomayor, Manuel Gaete, Waldo Vila, Francisco de la Cerda, Eduardo Pérez, Ernesto Hevia y Roberto Larraín grabaron sus nombres en el escudo de plata.

La competencia más reñida y que más entusiasmo despertó entre los Quintinos fue el “Dávila” corrido en 1935 en que compitieron tres equipos de activos y uno de honorarios. Los tiempos marcados por los cuatro equipos fueron casi iguales y el equipo de honorarios empató con uno de los activos por lo que hubo que definir entre éstos. Se autorizó a los honorarios para reemplazar a algunos “veteranos” componentes de su equipo en el que volvieron a correr Jorge Gaete, Domingo Santa María, Eduardo e Ignacio Pérez entre otros, pero a pesar de los refuerzos fueron vencidos por el equipo del Brigadier Marcos Serrano Palma formado por Mario Gonzáles Bazán, Carlos Swinburn Herreros, Luis Riveros Herrera, Gerardo Vidaurre-Leal, Hernán Mascaró Vildósola, Gustavo Adolfo Holley y Alfonso Santa María Santa Cruz.

Lo normal ha sido que los activos ganen a los honorari os estas competencias, sin embargo, en 1966 luego de 11 años de continuas victorias de los activos, los honorarios organizan un equipo encabezado por Guillermo Matte, entre cuyos integrante s corrían cinco ex capitanes y antiguos honorarios de gran experiencia, quienes obtienen un brillante triunfo. Toda la Compañía congratuló con admiración al viejo Matte, quien ya ostentaba en su pecho la medalla por cincuenta años de servicios y tuvo el ánimo suficiente como para dar tan Quintina lección a sus jóvenes compañeros.

El Premio Dávila en el año del centenario, tuvo como en ninguna otra oportunidad, especial relevancia. En medio de un gran entusiasmo y con el aliento de los numerosos familiares y amigos, los distintos equipos desarrollaron el ejercicio, a las ordenes de los respectivos brigadieres: Jo aquín Echeverría y Fernando Munita por los voluntarios activos y Agustín Gutiérrez, por el de honorarios. Cabe destacar que en esta oportunidad la mayor experiencia de los honorarios se impuso al esfuerzo físico de los activos.

Digno de mencionar es que en este equipo corrían un ex Director y cuatro ex Capitanes de la Compañía y que lo integraban, además voluntarios que formaron en los equipos ganadores de la Competencia por el premio “José Miguel Besoaín”. Pero, sin duda, que especial anotación merece el hecho de que integrara este equipo el querido eindiscutible gemelero, Ignaci o Pérez Covarrubias, quien fue el encargado de dar el agua en el gemelo base.

El equipo ganador cuyo Brigadier fue el voluntario Agustín Gutiérrez, estuvo integrado por los voluntarios honorarios: Ignacio Pé rez, Luis Riveros, Rigoberto Polanco, Fernando Cruz, Sergio Taulis, Gustavo Adolfo Avaria, Jorge Carvallo, Iván Leiva, Eugenio de Marchena, Eulogio Altamirano, Claudio Munizaga, Arturo Urzúa, Pelayo Urrutia, Jorge Desmadryl, Sergio Echeverría y Guillermo Forster Mujica.

Desde 1973, los honorarios han demostrado su experiencia y sabiduría al ganar el Premio Dávila en cada décimo aniversario de la fundación de la Compañía, todo dice que este año no será la excepción.

Luego de un detallado análisis de la historia de los Premios Dávila, son dignas de mencionar una serie de coincidencias:

  • Cada décimo aniversario de la Compañía, han ganado los honorarios el Premio Dávila.
  • Cada vez que se ha corrido el Premio Dávila en noviembre han ganado los honorarios.
  • Cada vez que el apellido del Brigadier ha empezado con “E” han ganado los honorarios.
  • Cada vez que el aniversario de la Compañía ha caído un día domingo han ganado los honorarios el Premio Dávila.
  • Cada vez que se ha corrido el Premio Dávila un mes después de un Besoaín han ganado los honorarios.
  • Hace 60 años, en 1953, ganaron el Premio Dávila los honorarios.
  • Cada vez que la Compañía ha tenido más de 30 activos han ganado los honorarios el Premio Dávila.
  • Cada vez que el arbitro general del Premio Dávila ha sido un Vice Superintendente han ganado los honorarios.